¿Alguien está seguro de sus manos, de sus ojos? ¿Alguien está seguro de que es él cuando toma a su mujer y la besa, de que es él quien juega o regaña a sus hijos? ¿Es nuestra pierna aquella con la que nacimos o la fuimos perdiendo como una nube desaparece en el aire? Es nuestro corazón ese órgano que bombea nuestra sangre pero al mismo tiempo, ¿es nuestra sangre o nuestro corazón el que está dentro de nosotros o somos acaso el cuerpo prestado por otro; nuestras manos nuestros pies, las pestañas, el puño cerrado serán los miembros de otros que nos han cedido?
¿Somos siempre el mismo ante el espejo?