Sólo cuando te das cuenta de la muerte asistes a las causas desesperadas, sigues a la mujer que en la calle te sonríe, das una moneda a alguien que mendiga en la calle. Pero incluso, es imposible no saber que la moneda está muerta y muerta la mujer que sonríe y el mendigo que alza la mano. Sólo con la muerte se da uno cuenta, cuando la siente en la espalda, amigable, terrible; que hay que ir por las causas perdidas en realdiad vivimos en una jaula de ilusiones: la ilusión que el hijo se desarrolle, la ilusión de conquistar a la mujer mas bonita de la fiesta, la ilusión de dejar palabras para la posteridad. Un mundo de espejos nos refleja e incluso nuestro nombre ha sido muchas veces utilizado y muchas veces perdido igual que nuestra vida.