Vengo a un café internet.
El hombre a mi lado mira
a la mujer: sus senos,
los muslos, la raya lubricada
del sexo.
Voy a otro café internet.
El muchacho mira la sonrisa
la forma como sale una lengua
briosa
descarnada
los dedos que aprietan
una vulva seca.
Voy a otro café internet.
La misma imagen.
Cuanta soledad hay en los
monitores
cuantas camas vacías
en la noche.