Pensé hoy, mientras al lado la gente hacía sus cosas de siempre, cómo era que te amaba y qué era lo que amaba de ti. Sonó un teléfono y una voz a mi espalda habló de juntas y estadísticas. En la sala de juntas un hombre vestido con un impecable traje negro alzaba las manos. Pensé en tu cuerpo y qué haría con tu cuerpo. Vi tus manos embarcadas en una procesión de caricias, vi tus ojos como manchas de luz. Repasé, mientras atrás reían vulgarmente, en tu ombligo, en el perfil de tu espalda y luego vi tus rodillas ybajé la mirada. Si me dejaras amar tan sólo el tobillo de tu pie derecho reinvindicaría el deseo. Si tan sólo el tobillo de tu pie derecho fuera mio, te digo. No pido mucho. Sólo déjame esa parte de ti.