lunes, noviembre 06, 2006

México Press

En el Museo Franz Mayer se expone, por estos días y creo que hasta diciembre, la exposición de World Press con las mejores fotografías de la prensa sobre desastres naturales, política y deportes. En un viacrucis impresionante el espectador podrá ver la imagen de un grupo de migrantes africanos que ven a lo lejos las luces de un puerto. Podrá ver a una mujer acostada en una cama frente al ataúd de su marido, un soldado muerto en la guerra con Irak. Podrá ver el giro impresionante de un caballo de rejoneo al evitar el embiste de un toro de lidia. También podrá ver la silueta delfínica de un nadador al momento de zambullirse en el agua y la cabeza cercenada de un mara sobre el piso.
La principal aportación de World Press estimo, es mostrarnos la crueldad del hombre y también la desesperanza del hombre. Es imposible que, al salir, uno se sienta aliviado. O tal vez mira la calle con otra perspectiva después de ver los cuerpos hinchados por la putrefracción en Banda Ache o a un hombre que tiene la mirada perdida cuando su hijo le dice que se va a otro país. Son fotografías perturbadoras y bellas al mismo tiempo.
Al final me pregunto, deberían World Press de hacer una exposición con las fotografías de este sexenio que, me perdonen muchos, termina con una balanza delicada en contra. En México Press deberíamos ver a Martha Sahagún al momento de injuriar al diputado del pri que lleva la investigación contra los Bribiesca, deberíamos de ver a AMLO al momento de negar con la cabeza cuando vio a Ponce jugando con dinero del gobierno en Las Vegas, deberíamos de ver una fotografía aérea de la marcha contra la violencia y después cortes a los callejones del centro histórico donde se puede conseguir una mujer con veinte pesos. Después, una mirada a los campos mexicanos desiertosa, al desastre en Cancún y un contra punto con alguna fiesta importante en Santa Fe o las grandes refinerías. Para aliviar un poco, deberíamos de mostrar las fotos de "la Chule" al mostrar el vientre donde va a nacer el hijo de Luis Miguel y porqué no, algunas fotos de goles del América en el Azteca y de goles al América en C.U. el Jalisco, en el Tres de Marzo, el Tecnológico, etcétera, etcétera. Incluiríamos a Brozo y un foto del big brother con Kawagi haciendo pesas.
México Press también tendría sus categorías. Historias. Políticos. Masacres. Deportes. Imagino que las astas con las cabezas de los hombres asesinados en el norte sería una buena toma, lo mismo que los caminos destruidos en Oaxaca. En actividades políticas, deberíamos de poner al consul de México en Francia que se gastó miles de pesos en un par de almohadas y a Bejarano cuando recibía el dinero de Ahumada y después a Bejarano escribiendo poemas en su celda. En Historias, sólo con seguir a un migrante o un día en la vida de un policia del Distrito Federal bastaría.
Podríamos terminar la exposición, a estas alturas macabra, con fotos de la familia presidencial, con la foto de aquella mujer enferma, vieja, en silla de ruedas y agobiada entre la multitud que asistió al mitin de Obrador del pasado 16 de septiembre y luego a senadores y panistas al momento de subirse el sueldo. Como punto final, deberíamos de poner las fotos de Oaxaca. Cerraría mi exposición de México Press con la imagen del fotógrafo norteamericano muerto, mientras es izado de brazos y piernas rumbo a la ambulancia y al lado, a Ulises Ruiz desayunando unos chilaquiles y con un jugote de naranja al lado.
México Press sería un éxito de taquilla, estoy seguro, aunque al final saldríamos tambaleantes y con ganas de huir al extranjero, felizmente huir.