A veces tengo tantas ganas de criticar a los demás, pero pienso, ¿qué gano con eso? Sólo vierto la ponzoña contra mí mismo. Por eso, en lugar del sano viboreo y los golpes de pecho, mejor vivo, como algun platillo delicioso, me río un poco, entro al messanger para encontrarme amigos. Hoy iré a un buen restaurante argentino y pediré alfajores. Me los comeré en casa mientras leo, detenidamente, las Tv y Novelas.
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