¿A dónde corres cuando el piso se te mueve? Anoche tembló en la ciudad de México. Un sismo de una alta intesidad que se sintió por más de un minuto o más. O y yo corrímos, ella por las gatas, yo a abrir la puerta. Poco a poco las voces de los vecinos empezaban a subir hasta el departamento, ubicado en el sexto piso. Siempre he tenido miedo de ese sitio, tan alto, escaleras débiles, muros de cartón. La puerta se golpeaba, luego se cayó un contenedor de cidis mientras O cargaba a las gatas y yo miraba a los vecinos bajar por las escaleras. Pero no me moví. Pensé, no puede ser un temblor muy fuerte. No debe de ser y sí sentía cómo iban bajando las pulsaciones de la casa, cómo todo volvía a la normalidad. Estoy seguro que si un temblor devastador nos alcanza en ese cuarto, nuestras probabilidades de sobrevivir son pocas. Hoy en la mañana entrevistaban a un señor que había perdido a sus siete hijos en el temblor del 85.
-La mayor se llamaba Gloria Estela, y ya estaba en la universidad - dijo el señor moreno, regordete, de esos a quienes, si te los encuentras en la calle, no les da ni un ápice de cordura o inteligencia.
Pero luego ya cerramos la puerta e hicimos, en ese rato, nuestros manuales de acción en caso de temblor. Acordamos qué iba a hacer cada quien, O iría por las gatas, yo por una cobija. En fin, hoy pensaba que en muchas partes odian a los chilangos. Y creo que, por el simple hecho de vivir en una ciudad que en un minuto o dos se puede venir para abajo, sólo por eso, deberíamos de tenerles un poco de respeto.
1 comentario:
yo no sentí nada de nada. si un día temblara en serio yo rescataría:
1. a puka (mi erizo).
2. mi cámara digital (para hacer muchas fotos del gran evento).
3. mi celular (las líneas de teléfono siempre se bloquean en esas circunstancias).
y dejaría:
1. la vergüenza de salir en paños menores.
2. todo lo demás.
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