Mientras que en el pasado
el escritor se exhibía en público o daba entrevistas
tan sólo como forma de apoyar la venta de su libro,
que era «el» objeto de la producción literaria, en la
actualidad el libro ya no es un fin en sí mismo, sino
que sirve meramente como apoyo de la figura del
escritor, como si éste fuera una marca que necesita
sacar periódicamente nuevos productos al mercado
para que los consumidores no olviden su nombre.
el escritor se exhibía en público o daba entrevistas
tan sólo como forma de apoyar la venta de su libro,
que era «el» objeto de la producción literaria, en la
actualidad el libro ya no es un fin en sí mismo, sino
que sirve meramente como apoyo de la figura del
escritor, como si éste fuera una marca que necesita
sacar periódicamente nuevos productos al mercado
para que los consumidores no olviden su nombre.
Tomado de texto de Patricio Pron