Y llegaron las tanquetas al Distrito Federal. LLegaron con su rumor de guerra, de resistencia, de columnas de agua. Llegaron ya las tanquetas a proteger el recinto de San Lázaro para que AMLO y compañía no lo profanen como antes lo han profanado maestros trepados en tractores, rancheros al galope de sus caballos y señoras caceroleras.
¿Hace cuanto tiempo no volvían las tanquetas a las calles de la ciudad de México: Tanquetas serias, misteriosas, solemnes? Desde 1971, me dice alguien. Desde 1988 me dice otro. Yo no recuerdo. Pero ya hay tanquetas en las calles. Es una tristeza que eso no impedirá nada. Sólo aumentará el nivel de la confrontación. Cuando dos bandos se vuelven tercos con su verdad, todo puede ocurrir.