En suma, ¿no te podría llenar de ternura la sola idea de encontrarte con un chicuelo que a los 20 años quería ser escritor, y soñaba y se afanaba en tener al menos un texto publicado en alguna revista de la Universidad, en al menos terminar un cuento o algunos cuentos o que al menos alguien dijera que sí, que lo que escribía estaba bien o al menos prometía, no se sabía qué, pero prometía?
1 comentario:
ternura y tristeza porque estoy segura que ese niño quiso escribir desde que tenía 10 y el sistema nos lleva a no creer en eso de escribir... =(
Publicar un comentario