sábado, marzo 04, 2006

El telescopio terrestre de Calar Alto, en España, y el observatorio espacial ‘Spitzer’ de la NASA han detectado la colisión de cinco galaxias en la constelación Pegaso, a unos 300 millones de años luz de la Tierra. Cinco galaxias con sus miles de soles y planetas, de nebulosas y más, hace 300 millones de años luz decidieron colisionar, unirse, explotar con esa energia más grande que cualquier estrella. Y desde aquel pasado remoto donde la tierra era más que pañales deciden darse a luz ante el público selecto que las observa desde un planeta remoto perdido en las orillas de otra galaxia. Y las cinco se fusionan, explotan como si fuera cinco fuegos artificiales, cinco cohetes en navidad, cinco obuses en la misma dirección. Es imposible no sentirme pequeño, ínfimo, sin importancia, al ver cómo desde 300 millones de años luz cinco galaxias ya se habían puesto el impúdico y natural fervor de colisionar. ¿Piensan lo mismo de nosotros las amibas y los ácaros ?