domingo, marzo 25, 2007

Ley del aborto

Es impensable que, para iniciar este breve artículo, haga mención a una frase de SpiderMan y al mismo tiempo, una analogía con la serie Gundam Destiny. Pero, los haré. La vida del heroe arácnido se basa no es sus poderes, mero escape de la medriocridad fìsica, sino en la frase que el tío Ben le dice y que es su legado y nuestro legado: "un gran poder conlleva una gran responsabilidad". En cambio, la analogía con la serie Gundam Destiny, tiene qué ver con la problemática principal de la historia: el derecho de que cada uno tome sus propias decisiones.
Enlazada ambas, creo, se da un marco no ideal, pero sí aproximado de los transfondos de la Ley del aborto que se votará en días próximos en la Asamblea del Distrito Federal, misma que a cada rato da pasos agigantados para empatarse con los grandes avances jurídicos para las minorías, avances hace mucho tiempo conquistados en las principales democracias del mundo.
Hablar del aborto, a favor o en contra, presupone una serie de delicadas cuestiones que van más allá del moral o el de la ley. ¿Existe el aborto en la ciudad de México? Sí. ¿Existe el aborto clandestino? Sí. Sólo basta perderse en las colonias más peligrosas para oler en clínicas desvencijadas el rastro certero del bisturí. Hasta ahora, el aborto ha sido despenalizado en muchas cuestiones: por violación, por bajos recursos, por motivos de salud, en casos de vida o muerte de la madre, etcétera. El único caso no despenalizado es el de inseminación no deseada. Es decir, el de inseminación después de una noche de copas o por equivocación en la regla, como dice Franco de Vita en su célebre canción, "no basta".
La gente que defiende la ley dice que ayudará a que los abortos sean llevados por los mejores médicos, en las condiciones más salubres posibles. La gente que va en contra del aborto, aboga por la ley de la vida, por defender ese único momento donde el ser humano es más indefenso. Creo que ambas tienen una visión que se complementa y ambas deben de ser defendidas. Presuponer que el aborto inducirá a una sexualidad sin freno, porque existe el aborto para no llevar problemas, aduce también a pensar que la mayoría de la gente se sentiría más relajada porque ya pueden abortar, pero al mismo tiempo, darle cauce a la ley, implicaría dar una lección equivocada sobre las libertades del bisturí. Ambas necesitan una acotación, un freno.
Un gran poder conlleva una gran responsabilidad, le dice el tío Ben a Peter Parker. Un hijo conlleva una gran responsabilidad moral y física. No creo que la mayoría de las mujeres asista al aborto con toda la felicidad del mundo. Y veremos que incluso, con la ley aprobada, tendremos cada vez índices más altos índices de madres solteras; porque en el fondo, en la sociedad mexicana, no nos han enseñado a matar. Y con la ley del aborto, se legalizaría algo que se hace a escondidas, se podría llevar un régimen, un listado, ayuda piscológica. Se tendría, en la mejor utopía, una verdadera sanación psicológica, un tratamiento en las no-madres; porque un aborto, sea por ignorancia, miedo o desesperación, puede ser, en diversas circunstancias, entendible en sus causas (no hablo de sus condenas), pero dos, sí sería ya un vuelta inelubible de la muerte.
Al final, como dice en la serie de Gundam: todos tenemos derecho a escoger qué hacemos con nosotros mismos, incluidas mujeres embarazadas o no; pero, un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Una muerte, también, nunca desaparece de la memoria. Y, sí aún así se insiste en buscarla, al menos debería de existir las mejores herramientas para que no vuelva a ocurrir.

1 comentario:

Anónimo dijo...

...me pongo de pie y... APLAUDO! gracias hombre por ser de los pocos que tienen una vision humana e inteligente de lo que el tema del aborto implica. Ademas, con excelentes citas jaja. Me permitire recomendar que lean tu blog y sobre todo esta parte. Gracias, en nombre de muchas mujeres. Me voy con una sonrisa en los labios.