jueves, julio 12, 2007

Acerca de la teoría

Imagino que el matrimonio no tiene qué ver con el día de la boda, sino con lo otro, con las revisiones. Igual que en los cuentos, imagino, el matrimonio precisa de posteriores revisiones, de cambios inesperados en la tension, adjetivos puntuales, cortes de historia, gozosos momentos de inspiración, pero también ese hartazgo momentáneo del cuento trabado, confuso en anécdota y metáforas para luego encontrar de nuevo su lanza, su flecha dorada que termina por dar en el blanco. Imagino que es ese goce, pero también, como el cuento, la fidelidad a un personaje que se nos entraña como un buen golpe o una sutil caricia. Espero que eso sea: hay muchas cosas fallidas en la literatura y en la vida: pero creo, cuando se intenta comprender la vida del otro, para amarlo o para describirlo, es cuando, sí, la inspiración está rutilante y gozosa en la pluma y en los labios.

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