lunes, abril 07, 2025

Desperté agradecido. Por las cosas pequeñas y las grandes, por las que se mantienen con estabilidad y las que desestabilizan. Por los amigos, claro, y las amigas. Por tener algunas cosas claras. Porque los nubarrones nos permiten ver de qué espíritu estamos hechos. Y desperté leyendo poesía. Así, de manera aleatoria, como me leía ella.  Y encontré estos versos sueltos: Nadie sabe qué fue del Fénix/ si alguna vez vuelve a su ceniza/ le gusta recordar otros momentos. Somos féniz y ceniza al mismo tiempo. Recuerdos para otros momentos.

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