A veces sucede que todo aquello que importaba deja de importar. Se desvacene de golpe el gran amor, la gran pasión, el trabajo arduo y nos encontramos sorprendidos, nos hallamos de pie o sentados o dentro de la cama o en medio de una oficina que antes familiar, ahora es desconocida, de una mujer que antes amada, ahora indiferente, de una pared antes memorizada, ahora poco interesante. Y el extrañamiento llega de golpe. Nos expulsa a otros lugares donde tenemos que encontrarnos. A veces nos volvemos de otro mundo en un abrir y cerrar de ojos.