Desde la primera vez que tuve acceso al suplemento de libros de Hoja por hoja me invadió una sensación de alegría por ver una revista sólo de libros. En ese entonces trabajaba como coordinador de difusión editorial del Conarte e intenté con poco éxito que nuestros libros fueran reseñados allá, pero eso no dejó de quitarme admiración y envidia por la gente que podía hacer simplemente una revista de libros. Hoja por hoja me pareció honesta, firme, interesante e inteligente. Ahora leo en el blog del Geney que se están despidiendo, una vez que Grupo Reforma canceló el convenio para que la revista se distribuyera en sus diarios. Es una noticia lamentable porque tal parece que en época de crisis de lo que todo mundo prescinde es de la cultura y nos dejan con la nota roja, con la violencia, con la corrupción. Y al leer la nota releo otra, donde dice el IFE que en estas campañas, los partidos sólo podrán recibir hasta 34 millones de pesos de apoyo de los particulares. Espero que éste sea sólo un adiós momentáneo de Hoja por hoja. Se extrañará ese olorcito a papel en el que te encontrabas no con los plagiarios del país, sino con la nueva novela de Villoro, por ejemplo.