A veces cuando te veo
ir y andar con tu aire de inmortal
entre los pasillos
me detengo en tus labios,
en la marca de ellos en tu semblante
y me pregunto como antes de mi
otro pensó en estivales tardes
medievales cuando, al ver a
una mujer como tú
con ese aire inmortal
paseándose por las murallas,
¿cómo será el beso que te tengo
guardado?
¿cómo será el beso que te tienes
ya palpitando en los labios?
¿Cómo será el beso que ya de
mi a tí aletea infructuso para
tornarse ave?