miércoles, mayo 03, 2006

Huesos

Estoy en la mesa
en la calle
terminando de comer.
Pasa un hombre
delgado
chamarra rota
cara sucia
goterones negros
resbalan
en su pecho descubierto.
¿Me das los huesos?
me pregunta y apunta
nervioso
hambriento
la chara con los
escuálidos restos.
Pero son huesos, le digo.
No importa.
Y extiende la mano
abre con sus dedos
la miseria en la calle
y se marcha, satisfecho
completo,
con mis huesos
en las manos
mi optimismo en
la quijada de su hambre.