Según estudios recientes, el aire de la ciudad de México contiene partículas suspendidas de smog, suciedad, partículas de drenaje y fecales (No de Calderón) y virus 1H1N1.
En cambio, la sabia ciudad de Barcelona, contiene además, partículas de cocaína, canabis, opio y ácido lisérgico.
¿A qué ciudad nos vamos a vivir?