jueves, julio 20, 2006

Locuras ordinarias

Ir a un concierto del Ozzfest: ordinario.
Utilizar un gafete vencido de periodista: ordinario.
Una mujer que se parece a Daysi Fuentes: ordinario.
Comprar palomitas con los meseros de los antros: ordinario.
Beber margaritas mix: ordinario.
Guardar tus recuerdos en cajas: ordinario.

¿Hasta donde una suma de cosas ordinarias pueden provocar algo extraordinario? Es la pregunta que tal vez Gerson Gómez hace al lector al momento de entregar su reciente libro: Ordinaria locura. Una mezcla de recuerdos simples pero provocadores, que te dejan la piel caliente, como si le hubieras rociado sal en la herida es lo que provoca la lectura de Ordinaria locura. A veces escarbando en los excesos, los más, sumando una serie de historias mínimas que atrapan es la forma como Gerson construye su realidad. Un año en la vida del escritor o un año en la vida de un personaje parecido al escritor o muchos hombres parecidos al escritor vuelven al libro muy cercano a la nota biográfica pero al mismo tiempo, una breve historia de todos los hombres.
Gerson ubica sus historias en las cantinas, en la sordidez de la ciudad y del viaje, en al extranjería del amor:
"Debo admitir muchas cosas: mis miedos, mis sobresaltos, mis ansias de vivir al límite. Por lo general, ya en materia, mis compañeras sentimentales no duran a mi lado más allá del año y medio. Metállica da más conciertos, ganan más dinero, y por supuesto, son más famosos."
¿Cómo es la realidad cuando se vuelve sórdida? Tirar a un negro sentado en una canastilla en un juego de feria, beber margaritas mix, pensar en una esterilidad mal detectada o jugar futbol los domingos, hechos tan ordinarios, tan de todos los días, al conjugarse muestra una sordidez en la ciudad, un exilio de las burburjas rosas y azules donde muchos viven. Para Gerson la realidad golpea, aturde, quema en los brazos y cualquier motivo de ella da como resultado un recuerdo, siempre sobre el amor o el odio:
"Algo tiene este desierto que en su entendido me hace buscar otros mares. Mujeres más dóciles y menos broncas. Mujeres que pasen del año y medio en mi vida. Mujeres alcanzables, leales, fieles y desenfadadas. Por algún motivo extraño, ayer, mientras veía un capítulo nuevo de la Dimensión Desconocida, publicitaron Mágnum P.I. Recordé uno de mis grandes amores. Ella tuvo su primer sueño erótico a los quince años con Tom Selleck..."
"Ordinaria locura" es ese gran mosaico de sucesos comunes que, al juntarse, se vuelven hermosos, nostálgicos y terribles. Muerte, dolor, deseo y las tremendas ganas de pasarse una tarde frente a una carne asada y con una cerveza en la mano son tan sólo, algunas de las sensaciones que aparecen en el libro. Gerson es un autor marginal, se considera marginal, le gusta ser marginal pero con este libro deja en claro que lo marginal es sólo un estado mental, un deseo, una forma de vivir: una vez que las palabras llegan, una vez que danzan a nuestro alrededor ninguna literatura queda en la periferia: toda es territorio del alma.
"Tengo comezón en los tatuajes. Sólo quiero salir de aquí. Soy un ánima dibujada en mis brazos. En algunos trabajo no te quieren si tienes tatuajes, te piensan mariguano o malandrín, o caldo de cultivo de alguna enfermedad incurable y contagiosa. Nada más equivocado."
"Sería feliz si mis tíos no robaran cobrando la renta de mi abuela fallecida, tener más tatuajes en mi brazo derecho, algo para asustar a quienes me dicen señor..."