-Esto no es suficiente -dijo el Ingeniero cuando vio la escultura.
El asistente a un lado asintió y entre los dos levantaron la pequeña escultura de madera donde un hombre abrazaba a una mujer y las mejillas de ambas se unían como parte de la misma madera, como si del mismo tronco hubieran salido.
Cuando volvieron a la sala el asistente le mostró la siguiente pieza. El Ingeniero la vio. Era una cajita musical. Abrió la tapa y una música acartonada chirrió de los engranes. El asisntente sonrió al ver el rostro feliz del Ingeniero.
-Esto es música -dijo el Ingeniero, y el asistente no supo si se refería a la máquina o a las notas musicales.