domingo, noviembre 06, 2005

XXIV

Me metí en amores que no eran míos
besé labios donde aunque quedaba
el sabor de los otros
Ciertas manos atraje hacia con
la certeza de encontrar en ellas
el callo de otras caricias.
Y no me importó.
Nunca supe el nombre de los otros,
la radiografía de ese amor muerto
que a golpes iban manchando
con mis otros besos, mis otras
caricias.
Y al final sólo encontré en todas
ellas, el mismo vacío que yo les
otorgaba, esa necedad de llenar
la nada con la nada
de vaciar el vacío en una caja abierta.
¿Amor? Esa palabra estaba muerta.