-¿Entonces usted cree que el hombre pájaro sí existe?
-Claro, con toda seguridad. Sólo ayer lo vi planear por el Cerro.
-¿Y cómo era? ¿Lo vio cerca? ¿Lo vio alto? ¿Grande, plumas doradas?
-No, no vi nada de eso, pero vi un hombre que con alas pegadas al cuerpo daba un giro mortal en el cielo, luego planeaba suavemente hacia la ciudad.
-¿Seguro? ¿Seguro que era un hombre pájaro? ¿Tenía pico, garras, ojos aplanados? ¿Tenía un nombre? ¿Lo llamó usted?
-No, no, hombre, no tenía nada de eso. Era sólo un hombre pájaro. ¿Usted no ve el cielo muy seguido ¿verdad?
-No, para nada, para qué ver el cielo, puro sol nada más.
-Ahora entiendo. Hay más que sol allá arriba, ¿sabe?, los hombres pájaros son lo de menos.