Estoy seguro que Gutierrez Vivó no escribirá para defenderse en este blog como lo hizo hoy por la mañana con la columna que escribió Alberto Aguilar en el Universal donde hablaba sobre los problemas del comunicador. Usando casi diez minutos del tiempo del auditorio, Vivó utilizó lo que comunmente llamamos choro mareador. Dijo y dijo e intento desdecir lo que Aguilar había dicho en su columna pero en realidad, no refutó nada, sólo dio su punto de vista aderezado con un sarcasmo que se escuchaba barato, pobre, para quien está acostumbrado a utilizar el sarcasmo como forma de vida, como ejercicio mental o como simple visita al psicólogo. Cuando los comunicadores se defienden por sus errores es cuando empiezan los problemas... un comunicador... bueno, qué se yo de lo que debe de ser un comunicador...
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