jueves, diciembre 07, 2006

Debilidad

¡Qué débiles son mis piernas! ¡Qué lentos mis brazos! A veces quisiera salir de casa saltando, de un brinco llegar a la otra esquina pero mi cuerpo me lo impide, mi terriblemente cuerpo lento, abotagado, tan a gusto con su lenta circulación, con sus músculos a su mínimo esfuerzo. Y veo los gatos que de un salto dejan atrás una barda y veo los músculos firmes de los perros al perseguir un auto, veo los saltos tímidos de los pájaros al sentir la cercanía de la gente y me entra una nostalgia extraña por mi cuerpo siempre tan al ras del suelo, siempre a la mínima potencia, consumido en el menor esfuerzo.
Qué daría por tener mi fuerza en su sitio, dispuesta.