martes, diciembre 19, 2006

Me dicen que me coseran los labios cuando muera. Nadie deseará ver la oscuridad de mi boca al asomarse a mi féretro. ¿Quién me coserá los labios? ¿Cuántas puntadas me darán para ahora sí, callarme incluso en la muerte, dejándome sólo, para comunicarme, la mímica temblorosa de mi fantasma?