viernes, abril 29, 2005

El valor de las máscaras

La imagen del luchador es sagrada. Su máscara es el revuelvo del misterio. Las máscaras se cotizan lo mismo que los juguetes de colección. La tapa de un luchador tiene plusvalía. ¿Qué le da la plusvalía a un máscara?
a) Que su dueño la haya expuesto varias veces y la haya mantenido en luchas máscara contra máscara o máscara contra cabellera.
b) Que, no sólo la haya mantenido sobre sus hombros, sino que los rivales vencidos hayan tenido gran renombre o tengan renombre como luchadores.
c) Que el luchador sea un fenómeno mediático y por ende, campeón de algun trofeo.
Actualmente las máscaras más valiosas son muchas: La del Hijo del Santo, la de Blue Demon Junior. Las tapas de Canek, Lizmark, Atlantis por parte del Consejo Mundial de Lucha libre son las máscaras más condiciadas. Por parte de la Triple A, definitivamente la máscara de mayor valor es la de Octagón.
Octagón es un luchador hecho en el Consejo. Muy pronto se hizo de un nombre en fieras batallas contra Fuerza Guerrera. Siempre había sangre en sus luchas. Sus peleas mano a mano aún se recuerdan en la memoria de los aficionados. Cuando aparece la AAA Octagón y un puñado de luchadores se va a la nueva empresa donde Octagón no deja de ser in ídolo. Ahi desenmascara a una copia acérrima de él como lo era Pentagón.
Dice hoy el diario el Universal que Octagón dejó plantados a un grupo de niños con cáncer en fase terminal en el Centro Médico siglo XXI. La visita había sido organizada por la fundación "Conocer para vivir" A.C.
Isaí Rous Enciso, de 14 años, mostró a el luchador rudo Charly Manson su cabeza a rape con tres frandes cicatrices en el cráneo. El joven luchador rudo fue el único que asistió a la reunión donde también faltó ElectroShock y Canibal Jr.
"Estoy enfermo de cáncer en el cerebro", señaló: "Hoy me internan, pero con la visita de Charly Manson ya no me da miedo y me siento con más fuerza, con más ánimo para echarle ganas", añadió el casi adolescente.
Charly Manson dijo a los medios lo siguiente: "Ya sabemos que a Octagón no le gustan los niños, que sólo es pose. Y menos si se trata de enfermos. Su calidad humana es muy baja".
Alguno de esos niños son admiradores del veracruzano que siempre pelea bien pero ya no es un luchador combativo como al principio. Como en todas las profesiones, cuando se piensa que se alcanza cierto estatus, la inteligencia y el físico se abotargan. Ahora Octagón es una luchador de aparador. No es necesario verlo sangrar para que demuestre lo contrario. No sé porqué faltó también el luchador a esa cita. Sólo sé que el valor de su máscara para mi ha perdido algo de valor y que de ahora en adelante, seré un fan más aplicado de Charly Manson que sale con la greña al aire y con el rostro maquillado como el cantante. Gritaré su nombre cuando salga a la arena. Las cabelleras, en el mundo de la lucha libre, también valen.